“Los asuntos como aquel nunca terminaban del todo. Se ocultaban, echaban raices, crecían más fuertes y se preparaban para un nuevo ataque”
Hacía tiempo que tenía ganas de leer algo de este autor tan recomendado en todos los blog. Al final, me he decidido por empezar la serie dedicada a Myron Bolitar, que hasta ahora está formada por diez libros. Y tengo que decir que no me arrepiento ya que he quedado totalmente encantada y enganchada.
Los personajes principales son muy atractivos, interesantes y complejos.
Myron Bolitar, tiene 31 años y mide 1,92 m., vive en Livingston, New Jersey, con sus padres en el sótano de la casa y lleva unos años trabajando de representante de deportistas. Fue una estrella del baloncesto universitario pero una lesión de rodilla le impidió ser profesional y trabajó durante un tiempo como agente del FBI. Para mantenerse en forma y soltar las tensiones practica taekwondo, del que es cinturón negro segundo dan.
Es un tipo duro, con un gran sentido del amor, responsable, honrado, valiente, empático... Se toma su trabajo y a sus representados muy en serio ya que no solo defiende los intereses económicos de éstos con mucha sangre fría, sino que hace todo lo posible por aconsejarlos y protegerlos de todas las trampas y acosos a los que se ven sometidos. Los deportistas son muy jóvenes y, en este primer libro, vienen de ambientes muy necesitados (jóvenes huérfanos que ansían triunfar, jóvenes negros que deben cuidar a toda su familia...) por lo que Myron debe hacer de consejero y de guía hacia el camino correcto.
No solo tiene que defenderlos de los empresarios sin escrúpulos sino también de ellos mismos, de sus ansias de triunfar y de los peligros de la fama. (Me ha recordado a la serie “Friday Night Lights” con los ojeadores buscando futuras estrellas del fútbol americano, engatusándolos y utilizando artimañas y falsas promesas. Seguro que por esto me ha gustado tanto el libro, echaba de menos a los quarterbacks, linebacker, yardas...)
Como curiosidad, diré que su bebida preferida es el batido de chocolate Yoo-Hoo y no duda en pedirlo en cualquier sitio o reunión de postín a la que acuda. Además, odia su nombre.
Su socio es Windsor Horne Lockwood III, más conocido como Wind. Fueron compañeros de habitación en la Universidad de Duke y desde entonces siempre han trabajado juntos. Tiene aspecto de ángel y personalidad de psicópata. Rubio, de piel pálida, ojos azules, pelo rizado, de clase social alta, enemigo del matrimonio y apasionado de las prostitutas asiáticas (son famosas sus concurridas “Noches chinas”), cinturón negro sexto dan de taekwondo, vengativo y sin problemas para matar. Su aspecto angelical ha confundido a muchos pero el se ha encargado de que lo lamenten.
Su familia es la dueña del edificio donde ambos tienen sus oficinas. Myron y su empresa “MB Representante Deportivo Inc.” en el piso 12, Wind y su empresa “Inversiones y valores Lock-Horne” en el piso 14.
Esperanza Díaz es su secretaria. Estudia derecho por las noches, ex profesional de la lucha libre, donde se la conocía como la Pequeña Pocahontas, la princesa india (aunque es latina) por su tez morena, cabello negro, ojos negros... Es inteligente, indómita, directa...
Jessica Culver es su antigua novia. Llevan cuatro separados después de que ella lo dejara por otro, es una escritora famosa que viaja mucho por trabajo, despampanante y capaz de conseguir lo que quiera de él.
El sheriff de Reston, New Jersey, Jake Courter, de cincuenta y tantos años, 125 kg de peso, negro, al que acude cuando necesita ayuda o a alguien de confianza.
En “Motivo de ruptura” Christian Steel, un jugador de fútbol americano, está a punto de firmar un jugoso contrato para convertirse en la nueva estrella de la NFL. Representa el gran sueño americano: un chico de Kansas que ha conseguido triunfar, educado, atractivo, tímido, modesto... Solo tiene un punto negro: su novia, Kathy Culver, desapareció hace un año y medio sin dejar rastro. La policía la dio por muerta pero la aparición una foto suya desnuda en una revista pornográfica remueve este turbio asunto.
Myron empieza a investigar quién está detrás de la publicación de esta foto e intenta responder a todas las preguntas que se abren: ¿está viva? ¿qué le pasó? Además, debe hacerlo todo con mucho tacto para no perjudicar la imagen de su cliente y defender su millonario contrato.
Sus pesquisas destapan oscuros secretos, intereses ocultos, empresarios sin escrúpulos, negocios sucios... que nadie quiere que salgan a la luz.
Un libro que he devorado. La historia te engancha desde el primer momento, vas avanzando en su lectura con la necesidad de saber más, de conocer qué nuevas sorpresas nos deparan los protagonistas. La trama está perfectamente tejida, hay varios frentes abiertos que acaban encajando a la perfección para terminar con un sorpresa final. Todo contado con un lenguaje sencillo y con un humor fino e irónico que la hace tan entretenida y ágil.
Seguiré leyendo esta serie para averiguar qué otras aventuras nos deparan Myron y Wind.
“En los negocios, la apariencia es mucho más importante que la realidad”
